viernes, 1 de junio de 2007
lunes, 28 de mayo de 2007
martes, 15 de mayo de 2007
Inferno: mentiras televisivas
Para empezar, “Inferno” es un telefilme de 1998, año en el que no había prácticamente conciencia alguna sobre el cambio climático y sus consecuencias. En una década y en menos, el colectivo de científicos de todo el mundo puede cambiar su percepción, estudios, análisis, resultados, teorías y comprobaciones que les hagan defender todo lo contrario a lo que defendían la década pasada. No hay que saber más que, por ejemplo, los ecologistas protestaban en los años 50 del siglo XX ante los gobiernos de todo el mundo porque éstos arrojaban los residuos nucleares en tierra desiertos, contaminando las tierras para decenas y decenas de años. Paradójicamente, estos ecologistas pedían que los residuos radiactivos se arrojasen en bidones al fondo del mar, donde serían limpiados por la fauna y flora marina. Muchos países enarbolaron la bandera ecologista destacando que les suponía un gasto de dinero importante fletar barcos para arrojar esos bidones al fondo del mar, pero por el medio ambiente, ellos hacían lo que fuera falta… No es una crítica a los ecologistas, sino un ejemplo de que lo que hoy es cierto y beneficioso, mañana puede ser dañino para todos. Como este ejemplo en la historia ha habido muchos: plomo en cepillos de dientes o para los combustibles, CFC para los ventiladores, trabajos con materiales radiactivos o explosivos sin ningún tipo de protección (Marie Curie, el TNT, etc.), y otros de distinto calibre.
Volviendo a la película de esta noche, al ver el anuncio de la película me resultó de mala espina ese subtítulo. Ni me sonaba la película como reciente ni del cine, tampoco destacan el machacado “estreno en televisión” (normal, es un telefilme), y venía misteriosamente muy al cuento con el reportaje que emitían antes y con el tema de actualidad mundial del cambio climático. “No estará Antena 3 aprovechando el tirón del cambio climático para colar películas que no tratan el tema, no?” me preguntaba. Pues sí… así es. Con tan sólo echar un vistazo a la información que hay en su página web vemos que no es una película sobre el calentamiento global fruto del cambio climático (el actual), como nos quieren hacer creer, sino que el calentamiento que se registra, y que se centra en la película en la ciudad usamericana de Los Ángeles, es producto de “la aproximación de una gigantesca bola de fuego que ya ha penetrado en nuestra atmósfera”. De momento el ser humano no es responsable de este tipo de bolas de fuego procedentes del espacio, que se sepa; aunque puede que dentro de 10 años se descubra lo contrario… Echando otro vistazo a la guía audiovisual por excelencia, Internet Movie DataBase, puede verse dos cosas importantes: la primera es que la película original, de 1998, no lleva subtítulo alguno (por qué no sorprende), y a segunda es algunos de los comentarios de espectadores que han visto “Inferno” y que parece que no les ha gustado demasiado. “I Like Hot Days But This Is Ridiculous”, dice jcholguin desde Los Ángeles, quien critica las historias flojas que ocurren durante la película a determinados personajes en un día de mucho calor.
Me temo que va a comenzar la “guerra televisiva! por ver quien es más salvaje en su programación sobre el cambio climático. Una vez más convierten los problemas reales en realities, con el peligro de quitarle la importancia severa que el cambio climático tiene y tendrá en nuestras vidas.
domingo, 6 de mayo de 2007
lunes, 30 de abril de 2007
Promo del capítulo 19 de Héroes
martes, 24 de abril de 2007
lunes, 23 de abril de 2007
Telebasura y periodismo. La televisión de la calidad a mitad de precio (II)
La primera razón que hace posible la existencia de la llamada telebasura es la desvirtuación experimentada por la esencia de la televisión, progresiva desde el momento en el que surge hasta la actualidad, donde se han alcanzado índices de extremada depravación. Se produce una pérdida de aquellos valores de apoyo social con los que nacía el nuevo medio, pero que tan sólo algunos emisores han promulgado, de manera intermitente y con escasos recursos.
El avance de la tecnología, nota cultural más trascendental del siglo XX, hizo posible la llegada del sonido y de la imagen a la salita de estar. Sobre la base creada por el cine y la radio, la televisión abría numerosas puertas para mejorar los canales de comunicación masivos, pero el optimismo prenatal empezó a diluirse poco a poco desde el principio. Cine y radio tenían una marcada función militar como medio propagandístico, pero también como elemento transmisor de información. En cambio, la televisión aparece más como un experimento fortuito, propiciado por la lógica evolutiva de la técnica, que como un instrumento con una misión específica. Este hecho se deja ver, sobre todo, en el vacío legal que la ha acompañado a lo largo de su historia, nadie se ponía de acuerdo en cuanto a la naturaleza de su titularidad: en EEUU los grandes empresarios vieron las ventajas económicas que surgían ante ellos, en Inglaterra
En definitiva, desde el comienzo la televisión se configuró como algo destinado al ocio y muy pocos han confiado, realmente, en sus propiedades informativas. Si dejamos a un lado a
En España, la chabacanería es el buque insignia de la inmensa mayoría de las estaciones televisivas: públicas y privadas, locales, autonómicas y nacionales. Para comprobarlo, nada más que zapear por el dial a media tarde. Efectivamente, los dueños de las cadenas, los directores de las productoras, son los culpables de que haya programas como Gran Hermano y Operación Triunfo (según Elías Pérez, muestra representativa de la parrilla basura), pero hay que tener presente una segunda razón; ante todo, estos tipos son empresarios que aprovechan una variable del mercado: la reticencia de los espectadores a enfrentarse a contenidos ‘serios’ en televisión. Resulta triste pero es una realidad, se suele encender el aparato para desconectar la mente, para que los problemas de los demás nos evadan de los propios y lo más que estamos dispuestos a tolerar son unos informativos livianos en contenidos y teñidos de desgracia. Lo más grave no es que existan estos programas, que por supuesto lo es, sino que la gente acaba creyéndose lo que en ellos se dice. Soy consciente de que esta crítica es fácil y, además, es la habitual para mal justificar la existencia de estos contenidos: “si la telebasura existe es porque se ve”, pero esta es la verdad.
Como en la generalización se pierde la virtud y no todo el mundo piensa que la televisión sea un salón de recreativos, es necesario buscar una solución, para defender los derechos de aquellos que no son ludópatas y que no está de acuerdo con las reglas, impuestas por unos pocos, de este juego.
Los teóricos y comunicadores suelen apelar a un mismo argumento: exigir a los titulares de las licencias de emisión que cumplan, de una vez por todas, con la misión de servicio público para la que se les concedió el beneficio. Este reclamo, además de loable, es justo, pues a ciertas personas se les ofreció la posibilidad de hacer negocio con unas licencias que pertenecen al pueblo español, a cambio de que satisficieran sus necesidades al respecto. A pesar de que la radiodifusión española está considerada como servicio público (pues mediante concurso público se repartieron las licencias), los titulares se han dedicado a enmascarar sus obligaciones y las regulaciones de las telecomunicaciones españolas han sido totalmente nulas, en lo que a su aplicación se refiere. Dudo mucho de que insistir en esta vía sea rentable, pues no hay voluntad por parte de los empresarios, pero tampoco de los gobernantes.
Tal vez haya llegado el momento de apostar por nuevas fórmulas. Apostaría por una estructura bipolar de las estaciones de televisión. Por un lado crear una parrilla con contenidos verdaderamente informativos, reportajes de interés público, espacios educativos destinados a ayudar en la formación de los niños… y, por otro, un contenedor con todos aquellos programas que tienen por objeto único lo ocioso y el entretenimiento de la audiencia, eliminando de este último paquete todos aquellos contenidos que fueran denigrantes para la persona, entendiendo por denigrante todo aspecto que, de una forma u otra, atente contra los derechos esenciales. Hay que tener en cuenta que toda la ficción no es perniciosa o perjudicial, existen películas, libros y series que resultan de gran valor intelectual y formativo para el ser humano, que reproducen historias y que nos ayudan a comprender una determinada realidad en unas circunstancias específicas.
En este punto,
No obstante, no comparto la creencia del profesor Elías Pérez sobre la ausencia de formación moral y deontológica en las aulas universitarias. Una de las principales exigencias de los estudiantes de comunicación es la falta de adecuación de los programas docentes al mercado laboral; tampoco es algo totalmente cierto, teoría y práctica mantienen una lucha equilibrada. Nadie duda de que la formación ética es necesaria, pero no se puede nadar río arriba e ignorar las necesidades de un mercado voraz, de lo contrario los alumnos iríamos irremediablemente al fracaso.
domingo, 22 de abril de 2007
25 de abril, estreno de Heroes
El próximo miércoles 25 de abril se estrena la primera temporada de la exitosa serie norteamericana Heroes, en Canal 2 Andalucía. Por fin llega a la televisión andaluza la historia de una serie de personas aparentemente normales que descubren que poseen habilidades especiales. La lectura en diferentes foros de series que se estrenan en nuestro país me animó a bajarme el primer capítulo desde el programa Pando, y desde entonces no paro de verla, voy ya por el capítulo 12.
Al igual que Prison Break, cada capítulo te deja con ganas de ver el siguiente. Este hecho, combinado con la historia en la que se centra la serie, hacen de Heroes una estupenda forma de pasar el rato ante el televisor o la pantalla de ordenador. Os cuento un poco de qué va la cosa: un grupo de personas sin relación en principio van descubriendo que tienen una serie de poderes. Peter Petrelli es un jóven enfermero de Nueva York que puede volar, Isaac Méndez es un drogadicto que pinta el futuro, Claire Bennet es una animadora de Oregon a la que nada le hace daño, Hiro Nakamura es un geek japonés que detiene el espacio-tiempo y Niki Sanders es una madre jóven que tiene una doble personalidad. Pero todos ellos van a tener que relacionarse si quieren librarse de la amenaza de una organización que quiere eliminarlos, mientras que un científico indio llamado Mohinder Suresh pretende descubrir la trama de toda la historia.
Lo dicho, si queréis "enviciaros" a una serie desde ya mismo, el miércoles a las 10 de la noche poned Canal 2 Andalucía.
Buffy, Cazavampiros
Ciertamente, la serie es una metáfora en sí misma. Buffy, durante las 7 temporadas que se mantuvo en antena, nos muestra las peripecias que tiene que hacer una joven para ir superando, día a día, los problemas que inundan la vida cotidiana. Hija de padres divorciados, la joven Summers tiene que iniciar una nueva vida en el sur de California tras abandonar Los Ángeles, su ciudad natal. Nuevo instituto, nuevos compañeros, pasar de la popularidad absoluta al ostracismo más radical... con este panorama, la matanza de vampiros y otras criaturas habitantes del submundo reproduce la lucha que la adolescente ha de llevar a cabo para integrarse en la nueva sociedad, radicalmente distinta al ambiente en el que estaba acostumbrada a desenvolverse.
Dominadora de su hábitat y ya en
Con Angel conoció el amor. Junto con la protagonista, este personaje es el que más crece a lo largo de la serie, tanto que Whedon decidió crear una secuela en la que el vampiro de 242 años salva, un día sí y otro también, el mundo. Spike, por el contrario, es el más vivo ejemplo de que la redención es posible. El ser humano, incluso en su versión vampírica, es impredecible y su poder no tiene límites. James Masters arrolla durante las dos últimas temporadas. Xanders (Nicholas Brendon) es el consejero, Willow (Alyson Hannigan) (cuidado, las modositas siempre son las peores) la inteligencia, Giles (Anthony Stewart Head): el tutor y Ania (Emma Caulfield) la franqueza, dolorosa pero a la vez necesaria. Cordelia (Charisma Carperten), más protagonista en la serie protagonizada por David Boreanaz, aporta humor y frivolidad durante las tres primeras sesiones.
Buffy, Cazavampiros es, ante todo, una serie fantástica, aunque no por el género, sino por la excepcionalidad de sus características y la maravillosa configuración de los personajes. Aún estáis a tiempo para disfrutar de esta alegoría a la vida humana.
Sinopsis (por Filmaffinity)
Serie de TV (1997 - 2003). Fantástico. Terror / La joven Buffy y su madre se mudan desde Los Ángeles a la localidad de Sunnydale. En el subsuelo del pueblo habita el Maestro, el más antiguo y poderoso vampiro que existe. El Maestro está atrapado en el punto místico llamado
http://www.lanzadera.com/buffy
http://es.wikipedia.org/wiki/Buffy_la_cazavampirossábado, 21 de abril de 2007
lunes, 9 de abril de 2007
Ver la tele online
Accede a Medinalia
Mundo Primitivo
Soy un fan de Parque Jurásico, tanto de la peli como de los libros, asi que la serie creo que me gustará bastante, porque el argumento mezcla lo mejor de la ciencia ficción: por un lado, los viajes en el tiempo, y por otro, los animales prehistóricos viajando a través de él. Esperemos que pronto se decidan a emitirla en abierto.
El periodismo en televisión, de mal en peor
El periodismo televisivo que es reconocido por todos en televisión es el que se ofrece en los informativos. Televisión Española o Canal Sur ofrecen al espectador en sus telediarios informaciones de bastante calidad, rigor e imparcialidad, donde se aprecia de manera contundente la la consulta de fuentes, la calidad de las crónicas de los reporteros que son enviados especiales, etc. Porque, como su propio nombre indica, en un informativo debe darse sólo información, similar a la que dan los periódicos, pero no otra serie de noticias relacionadas más con la curiosidad o el entretenimiento, puesto que para ello está el resto de programas pertenecientes a la parrilla de contenidos de una televisión.
Aquí es donde entran otra serie de informativos (o secciones de los mismos) donde la información relacionada con el morbo, el sensacionalismo y el ocio son fundamentales para los directores de tales telediarios. Pongo el ejemplo de Antena 3 Televisión: en sus informativos (que tienen tan sólo una duración de media hora, algo ilógico si se quiere contar la actualidad) informan sobre tres o cuatro noticias que realmente son de interés general (sección de nacional e internacional), mientras que el resto se centran en sucesos, entretenimiento y curiosidades, para hacer más ameno el programa. Además, cada día emiten un reportaje de investigación de duración escasa que no permite llegar al fondo del asunto. Otro tanto de lo mismo sucede en el resto de informativos: en Cuatro, todos los días sobre las dos de la tarde, comienza el “telediario” con los deportes. Primer asunto extraño. ¿Cómo es que en todas las cadenas dejan esta sección para el final y en Cuatro lo emiten en primer lugar? En cierto modo se entiende, ya que de este modo el espectador se ve atraído por la información deportiva y se queda a ver el resto del programa. La idea no está mal, pero en el momento de comenzar, los periodistas que presentan la información parecen que están en una reunión de amigos, por muy divertido que parezca y por muy fan que seas de Carreño o Lama, que por otro lado son dos estupendos profesionales de la información. Pero lo que no me parece bien es que de pronto presentan una información de modo periodístico, hasta que les da un ataque de “colegueo” y comienzan a hablar entre ellos, se pican entre sí... todo un espectáculo. Esto puede achacarse a que la sección de deportes en televisión y diarios siempre ha estado ligada a una cierta distensión en los contenidos y un pequeño alejamiento del rigor informativo en cuanto al modo de ofrecer la información al público. Pero lo que no puede pasar es que también los presentadores del informativo en sí entren en ese juego, como si el espectador que está ante la televisión no existiera.
No os perdáis el final del vídeo, Lama y Carreño enseñan la panza.
Heroes en Canal 2!
lunes, 26 de marzo de 2007
Vamos con afán, todos a la vez
Vamos con afán, todos a la vez
Recuerdo con gran melancolía cuando el maestro Mutenroy corría detrás de Bulma y Chichi o la voz de nariz del fiel amigo de Gokuh, Krilin. Pero lo mejor de la serie de Akira Toriyama era, sin duda, el fenómeno superguerrero. Tal es la importancia, que merece mención aparte.
El superguerrero no se achantaba ante sus enemigos, es más, se motivaba cuando se volvía rubio. Cuatro eran las fases: primera fase, el citado superguerrero se ponía rubio tipo fluorescente (cuando Gokuh vence a Freeza en Namek, por ejemplo), la segunda fase era un rubio más normalito; la tercera se ponía el pelo largo (realmente sólo vimos a Gokuh en esta fase) y la última y cuarta fase era la que ponía los pelos negros, con cola de mono y pelo en pecho. Pero estáis pensando: onde vas chaval, que se te olvida cuando Gokuh y Vegeta se convertían en monos. Pues sí, no se me olvida, se convertían en mono cuando había luna llena (y por qué no lobos, sería más lógico), pero cuando le cortaban la cola no podían.